Gracias CD Esparragal. EQUIPO

espa

 

Todo comenzó hace 3 años, reencontrarte con amigos, gente por conocer, y sobre todo, las ganas y la ilusión por dar salida a un proyecto nuevo haciendo lo que te gusta.

Y comienzas a valorar muchísimas cosas que antes pasaban inadvertidas; las sonrisas, las bromas, los gestos, las palabras de los compañeros. Sí, sé que en cualquier equipo de fútbol puede ser la tónica general; sin embargo aquí era distinto, esa armonía que existía entre todos hacía que la palabra EQUIPO se fuese forjando en un majestuoso lema. Siempre he dicho, incluso en alguna de mis charlas, que el primer año ascendimos gracias a los jugadores que jugaron menos; su aliento, sus ánimos… su “estar ahí”, hacía que valoraras mucho más cualquier gesto de tu compañero, que la victoria en sí. Fue un año bonito, un año culminado con un primer puesto lleno de trabajo, de esfuerzo, de goles, de juego, pero sobre todo, de personas.

Y llega el segundo año, el principio fue más complicado, adaptarnos a la nueva categoría no fue fácil, nos costó media vuelta situarnos; lo mejor de todo, fue el gran aprendizaje que fuimos sacando de las derrotas; el EQUIPO se hacía más fuerte, cada martes acudíamos al entrenamiento con ganas de resarcirnos de lo ocurrido en el terreno de juego el fin de semana. Encauzamos una gran segunda vuelta; gracias a la propia creencia que todos juntos íbamos a lograr el objetivo. Y así fue. Por poner un ejemplo; “Dudo muchísimo que algún equipo, no profesional en nuestro país, entrenara a partir de las 23.00 horas, tras los partidos de Champions; pues el CD Esparragal lo ha hecho los tres años. Por tal de no perder un entrenamiento, y poder ver las rondas finales de la Copa de Europa,, éramos capaces, en pleno invierno, de sumergirnos en el campo municipal ataviados de ropa hasta las cejas, para preparar el partido de la semana”. Podréis pensar que íbamos poquitos a entrenar; ni mucho menos, siempre rondábamos los 20 jugadores. Apenas había excusas, siempre estábamos con ganas; incluso en días festivos ha habido sesión de entreno. La nómina se pagaba cada domingo, viendo a los Esparraboys vibrar con su equipo y acariciando poco a poco la meta de esa temporada.

Y este año; este año ha sido increíble, y voy a hablar en primera persona porque quiero incidir mucho en los contrastes personales que he vivido en este maravilloso EQUIPO. Ha sido el año que menos he jugado, el año en el que he disfrutado menos de cada domingo, el año en el que me he sentido más decepcionado con mi propio trabajo, ya que no era capaz de hacerle ver al míster que se equivocaba. Y realmente, el que se equivocaba era yo. Esos minutos en el banquillo, y sobre todo en la grada; me han hecho aprender tanto como nunca en mi vida. He observado más a los compañeros, he recordado a aquellos futbolistas del primer año que apenas jugaban, he asimilado algo que ya presagiaba y que iba teniendo claro a medida que pasaban las jornadas. Y claro, he puesto en práctica todas las herramientas posibles que pongo al servicio de muchas personas en mi profesión. Y he sido el primero que me he ido aplicando todo lo que yo cuento. Otro aprendizaje más.

Siempre he pensado que cuando no encuentras tu sitio en algún aspecto de tu vida; que hagas por cambiarlo; y si no eres capaz de hacerlo; quédate donde estás con todas las consecuencias aceptando). Pues hoy a mí me toca cambiar; sí, porque el EQUIPO es lo importante y porque mi rol en él deja paso a quién tome el testigo. Sigo con las ilusiones del primer día por seguir jugando, aún con 38 años; sí, juego con chavales a los que duplico la edad; y me siento bien, aprendo de sus ganas, de sus bromas, le echo un vistazo a mi pasado y confirmo que sigo pensando como antes; disfruto escuchándolos, como se divierten, sin embargo… necesito más.

Y acabó todo ayer tarde, en Mazarrón, en un vestuario donde las lágrimas de  NUESTRO ESPA me terminó de convencer que es único, que no ha habido grupo humano como este en todos los años en los que he competido; y que desde el compañero que menos jugó, hasta los que conforman la directiva, pasando por los aficionados, entrenadores, delegados, etc. han forjado en mí, nuevos valores.

Por todo ello, y por mucho más… ¡GRACIAS EQUIPO!

¿Quieres comentar?