¿Qué esperas para dedicarte a ti?

Ponemos en marcha los próximos cursos a impartir; constarán de 5 sesiones de 2 horas cada una. El protagonista eres TÚ.

 Lo apasionante de ellos no son las dos horas semanales, serán todos y cada uno de los días que transcurre. El resto debes encontrarlo  por ti mismo. Te irás conociendo cada vez que respondes tus propias cuestiones; a medida que eso ocurra, tu estima, confianza y motivación serán la piedra angular para crecer como persona.

Te darás cuenta que eres CAPAZ de lograr lo que te propongas. Nosotros te damos las herramientas; tú haces el camino y el trabajo, siendo el mérito completamente tuyo.

Míralo como una inversión y como algo que hará acercarte a la FELICIDAD que tanto deseas. 

          CURSO PARA PADRES Y MADRES. Pautas para desarrollar una eficaz y eficiente relación con nuestros hijos

          CURSO PARA SEPARADOS Y/O DIVORCIADOS. Cómo afrontar una separación o divorcio. Queda todo por delante.

          CURSO RELACIÓN DE PAREJAS. Encontrar el equilibrio y hacer de la relación de pareja un viaje por disfrutar.

          CURSO PARA ADELGAZAR. Ganarás en fuerza de voluntad y serás tu mejor dieta.

          CURSO PARA DEJAR DE FUMAR. La capacidad para lograr dejar de fumar te reconfortará hacia logros insospechados.

          DISFRUTAR DE TU TRABAJO. Sacarle partido a los momentos en los que estamos trabajando. Hacer lo que nos gusta.

          ENCONTRAR TRABAJO. No te daremos herramientas para que salgas a buscar trabajo; sí, para que salgas a encontrarlo.

          ILUSIÓNATE EMPRENDIENDO. Las fases para crear un negocio comienzan en tu propia confianza. El resto, es actitud e ilusión.

¿No crees que ya es hora de dedicarte algo de tiempo para ti? No respondas con palabras, hazlo con hechos.

Más información en www.ylife.es y en www.amycaformacion.com  

Sí, pero es que…

EXCUSAS[1]

 

Qué magnífico y rico es nuestro idioma castellano;  somos capaces de negar dos veces para volver a negar (no, no hay nadie), “todo junto” se escribe separado, y “separado” se escribe junto, o incluso redundamos tantas veces como haga falta (por supuesto que sí). No voy a hablar de vocabulario o del castellano, sin embargo me quedaré en el siguiente juego de palabras… Sí, pero es que…

Cuando escucho en la misma frase un y un pero… me suena a excusa, a que no es problema mío, a que yo no he tenido la culpa, a que corra otro con la responsabilidad…

Achacamos que no ascendamos en el puesto de trabajo a nuestro jefe, ponemos en el disparadero a nuestro entrenador porque no nos pone de titular, no estoy bien en el trabajo porque mis compañeros no me comprenden, no he hecho lo que debería haber hecho porque no he tenido tiempo… Es que mi jefe, mi entrenador, mis compañeros, mi pareja, mi vecino, el que va por la calle… la culpa es de los demás. Yo lo hago todo bien.

¿Nos paramos a pensar realmente qué ocurre a nuestro alrededor? Mejor dicho, ¿paramos a pensarnos? Sí, está hecha a conciencia esa pregunta; “pensarnos” ¿Reflexionamos alguna vez cómo somos? ¿Realmente nos conocemos? Al principio, diremos que sí… “yo soy así o asao”; sin embargo nos estamos mintiendo; si realmente tuviéramos algo de conocimiento sobre nosotros mismos, dejaríamos de poner excusas en nuestra vida, afrontaríamos con más valentía la no consecución de lo que nos planteamos y seríamos muchísimo más consecuentes con nuestras reacciones ante lo que nos viene.

Estamos más pendientes de los demás que de nosotros mismos, el “tiempo que perdemos” en ver los defectos de los demás, dejamos de emplearlo en nuestra mejora, nos pasamos la vida poniendo excusas y utilizando el sí, pero es que…

Pensaréis, qué fácil es decirlo y qué difícil hacerlo; lleváis razón, no es sencillo. ¿Quién dijo que la vida fuera un camino de rosas? Además, nosotros somos los que les ponemos las espinas. Sin embargo, nuestra actitud y nuestras ganas de cambiar las dificultades por las facilidades harán que nuestra perspectiva sobre las excusas cambie.

No busquemos excusas; encontremos soluciones

 

 

 

 

Me encantan los lunes…

Tú puedes cambiarlo

Tú puedes cambiarlo

Sí, yo era uno de ellos, llegaba el domingo por la noche y los nervios se apoderaban de mi estómago, el poder del malestar era superior a todo lo que se me ponía por delante; estoy seguro que dormía con cara de cabreo; eso, cuando dormía.

Y claro, resultado de esa “maravillosa noche de domingo” era mi “maldito lunes; el típico comentario que hacía era el siguiente: “los lunes no los soporto» ¿Y ahora por qué he cambiado de opinión?

Perdonad, creo que quizás no es cambio de opinión, si he cambiado de Actitud; ¿qué sentido tiene estar cabreado por algo que todavía no ha sucedido?, ¿qué sentido tiene no disfrutar con lo que haces?, ¿qué sentido tiene no dormir por algo que no es nada malo?, ¿qué sentido tiene estar así porque en el calendario de hoy pone “lunes»?

Me di cuenta que era una “tontería” estar de ese modo cada lunes, sin embargo te das cuenta de muchas más cosas… La excusa era ese día, pero lo que me fastidiaba de verdad era, el no estar haciendo lo que realmente que me apetecía y me ilusionaba.

A partir de ahí, cada día lo veía como una oportunidad para conseguir lo que quería, un paso más del camino que estaba empezando a forjar, un viaje lleno de ilusiones que hacían el trayecto maravilloso… y todo comenzaba por el lunes.

No es cuestión del día en el que te levantas o el que pone en el calendario, es cuestión de la Actitud con la que te levantas y que lo afrontas.

Agárrate bien a tus ilusiones, a tus sueños “reales”, a aquello que quieres hacer, a lo que te hace sonreír, a lo que te hace sentir bien, a lo que te gusta… Y te aseguro que…

“…Si yo lo hice, tú también puedes”