Ser optimista es una opción

 

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– ¡Qué complicado es aparcar en la ciudad! Nunca encuentro aparcamiento, estoy seguro que me va a costar muchísimo tiempo dejar el coche cerca de mi trabajo. – ¿Te das cuenta? He tenido que dar 10 vueltas. ¡Qué disparate, qué complicaciones tengo todos los días!

– ¡Es complicado aparcar en la ciudad! Siempre encuentro aparcamiento, estoy seguro que podré dejar el coche cerca de mi trabajo. – ¿Te das cuenta? He tenido que dar 20 vueltas, y he aparcado. ¡Al final siempre lo consigo!

Mismo día, misma escena, mismo tráfico, doble de vueltas, misma persona… distinta actitud.

Las personas optimistas y pesimistas son iguales; basan todo en algo que no existe, es irreal…el futuro. Piensan en algo que todavía no ha ocurrido, y prevén situaciones por llegar. Sin embargo, el cómo te preparas o condicionas para las expectativas que tienes por delante; te harán sentir bien o mal, disfrutar o entristecer; o tranquilizarte o enfadarte.

Esa línea tan delgada y tan complicada a la vez, que separa el optimismo del pesimismo, no es más que la actitud con la que afrontas tu día a día. Quizás hay cierta reticencia hacia las personas optimistas; ya que “para nada es normal” que en tiempos tan difíciles o complicados como los que estamos viviendo (obvio enumerarlos), algunas personas tengan cierta habilidad emocional para ver las cosas con un prisma distinto a lo que se estila. Y no estoy de acuerdo, porque, desde mi punto de vista; la persona optimista no es aquella que espera resultados positivos sin hacer nada para lograrlos. Claro es que esta persona espera que todo llegue a buen término; pero poniéndose en acción, intentando, practicando y esforzándose por esas metas que se propone. Si piensas que no lo vas a conseguir, te aseguro que nunca lo lograrás; es obvio que el optimismo no te asegura el éxito, pero te va a ayudar a ver las cosas con distinta perspectiva y afrontar el camino de otra manera.

El optimismo es “la cara amable de la realidad”, y he optado por centrarme en ella.

Desde aquí nunca aconsejaré algo que tengáis que hacer, ya que si das el doble de vueltas que otro para aparcar, es tu decisión tomártelo con filosofía… o no.

Artículo publicado el 28.08.2014 en Diario La Opinión Murcia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mejor hoy… que mañana

Siempre que acaba el año, nos ponemos a pensar en los buenos propósitos que vamos a conseguir durante el siguiente. ¡Qué bueno es pensar! ¿Verdad? Imaginad hacerlo. Claro, es más complicado. Hoy no es cuestión de contar cómo se puede llegar a lograr el propósito de algo, y después conseguirlo; solamente quiero que reflexionemos con este vídeo y que lo disfrutéis.

Prometo que es posible conseguir todo lo que aquí se dice. ¿Y si… empezamos hoy?

Crisis & Cosa ¿Qué mas da?

                   

Cambia

Reactívate

Ilusiónate

Sonríe 

Imagínate

Siente

 

Porque tú le puedes cambiar el sentido a las palabras, tú puedes llevarte a tu propio terreno lo que te interese; por eso mismo ya es hora que comencemos a darle un giro a lo que nos quieren hacer pensar.

La frase que más he escuchado en los últimos años: “La cosa está mal” Que sí, que ya lo sé, entre los informativos, los amigos, los conocidos y nosotros mismos… Si es que no paramos de echarle gasolina al fuego. También sé que no paran de ponernos zancadillas los que supuestamente mandan; contando con ello, debemos ser capaces nosotros, los que estamos en las trincheras, los que salimos a la calle a encontrar trabajo, los que nos levantamos temprano para abrir la persiana de nuestros negocios, los que hacemos visitas hasta las tantas de la noche para conseguir una venta… de seguir para delante, de seguir luchando, y de decidir hacerlo con ganas, y de seguir poniéndole una sonrisa al que te escucha, y de continuar sin pensar en la “cosa”.

Es cuestión de darle la vuelta

Es cuestión de darle la vuelta

De veras que casi todo depende de nosotros… Nuestra actitud, nuestra forma de ver la vida, de actuar, de cómo tomarnos lo que nos dicen, de cómo caminar cada día, de la ropa que me pongo,  etc. El día que nos demos cuenta que también podemos elegir disfrutar más con lo que tenemos, y sufrir menos con lo que no tenemos… habremos dado pasos de gigante.

Si estamos capacitados para darle la vuelta a la palabra CRISIS es que podemos girar la situación; así que manos a la obra. Con ganas, con pasión en lo que hacemos y con más ilusión que ayer…

¿Cuánto hace que no veis una coca-cola en sus anuncios? Que si nos levantamos de la silla, que si vamos a los bares, que si las estadísticas están para romperlas…

¿Nos aplicamos el cuento, o seguimos hablando de “la cosa”?

Me encantan los lunes…

Tú puedes cambiarlo

Tú puedes cambiarlo

Sí, yo era uno de ellos, llegaba el domingo por la noche y los nervios se apoderaban de mi estómago, el poder del malestar era superior a todo lo que se me ponía por delante; estoy seguro que dormía con cara de cabreo; eso, cuando dormía.

Y claro, resultado de esa “maravillosa noche de domingo” era mi “maldito lunes; el típico comentario que hacía era el siguiente: “los lunes no los soporto» ¿Y ahora por qué he cambiado de opinión?

Perdonad, creo que quizás no es cambio de opinión, si he cambiado de Actitud; ¿qué sentido tiene estar cabreado por algo que todavía no ha sucedido?, ¿qué sentido tiene no disfrutar con lo que haces?, ¿qué sentido tiene no dormir por algo que no es nada malo?, ¿qué sentido tiene estar así porque en el calendario de hoy pone “lunes»?

Me di cuenta que era una “tontería” estar de ese modo cada lunes, sin embargo te das cuenta de muchas más cosas… La excusa era ese día, pero lo que me fastidiaba de verdad era, el no estar haciendo lo que realmente que me apetecía y me ilusionaba.

A partir de ahí, cada día lo veía como una oportunidad para conseguir lo que quería, un paso más del camino que estaba empezando a forjar, un viaje lleno de ilusiones que hacían el trayecto maravilloso… y todo comenzaba por el lunes.

No es cuestión del día en el que te levantas o el que pone en el calendario, es cuestión de la Actitud con la que te levantas y que lo afrontas.

Agárrate bien a tus ilusiones, a tus sueños “reales”, a aquello que quieres hacer, a lo que te hace sonreír, a lo que te hace sentir bien, a lo que te gusta… Y te aseguro que…

“…Si yo lo hice, tú también puedes”

¡Perdón, gracias, te quiero!

Es cuestión de 4 palabstockxpertcom_id25994851_jpg_1e15479d76e1c549116ae33cdc95b0b31[1]ras; es cuestión de actitud, es cuestión de querer hacerlo, es cuestión de creérselo, es cuestión de hacerlo como estilo de vida. Es cierto que últimamente lo estoy dejando caer en twitter, entre mis personas, amigos, conocidos, etc. Y es que nos hace falta decirlas más, ¿nos da vergüenza?, ¿alguien se va a reír de nosotros?, ¿nos da miedo?, ¿no nos apetece?; son preguntas que me asaltan continuamente y que tras reflexionarlas no hallo respuesta.

¡Ah! Va a ser la crisis que tenemos, va a ser que no nos apetece ni mirarnos a la cara, va a ser… cualquier excusa que se nos ocurra. No es cuestión de cristiandad, de religión, de espiritualidad, etc. el no poder decirlas, ¿puedo decir que tiene que ver con la educación? No es que seamos mal educados, lo que no queremos es ser bien educados. De verdad, que no cuesta tanto trabajo; es ponerse, es esforzarse un pelín, es agradecer, es decir un «lo siento»; y es decir lo que sientes…

Cuando estas palabras salgan de tu interior, te sentirás reconfortado, tranquilo, a gusto, será un momento exclusivo; no son palabras en sí; son acciones que trazan el camino a tu sentir general. ¡Ah!, no lo intentes, hazlo.

«No nos agarremos a las excusas baratas que no nos dejan avanzar»

 

 

¿Alguna noticia positiva? ¡Por favor!

Piensa en positivo

Piensa en positivo

Miraba esta mañana las noticias, mientras desayunaba; increíble, no he visto, ni escuchado ni una buena noticia; desahucios, suicidios, peleas, contradicciones, falta de transparencia, crisis… no me refiero solamente a nuevas de nuestro país, sino que también a informaciones internacionales… ¿hasta dónde vamos a llegar?

¿Es que no hay manera que tomemos los seres humanos el sentido común y pongamos coherencia, calma, paciencia, equilibrio, tranquilidad… a todo esto? Prometo que esta mañana en mi ejercicio diario de afrontar el día con ilusión, motivación, alegría, etc. me ha costado más de lo normal. Y es que los informativos en televisión, radio, prensa, etc. no hacen más que dar este tipo de noticias. No digo que no sea la realidad; nunca la eludo, ni lo voy a hacer; por supuesto, sin embargo, cuando lo único que ves, que escuchas y que lees es todo negativo… ¡imaginemos como salimos a afrontar el día! Asustados por lo que me va a caer, no encontraré trabajo, la economía peor que nunca, me quejo, me enfado, para qué voy a sonreir…

Pido coherencia y sentido común; y puedo reiterarme y repetirlas tantas veces como me dé la gana, igual que se ponen las noticias negativas en los informativos, ¿no? No demos la espalda a la realidad; pero, por favor, pónganme alguna noticia con algo de optimismo, positiva, más de uno agradecerá el gesto, a más de dos les vendrá bien; y a más de tres les dará hasta ganas de sonreír.

Agradezco desde aquí a mi amigo Luis Tesón y a todo su equipo de la Panadería La Colegiala de Murcia la gran labor que hacen para, mensualmente, hacer un Noticiario Positivo, A Leocadio Martín, por su sabiduría; a mi Sweet Team de Twitter, porque siempre están ahí; a los integrantes del equipo de fútbol del CD Esparragal, en cualquier momento te sacan una sonrisa; a LOS 12, porque ellos apuntan un  diario, a QAH por su entusiasmo y juventud, le agradezco a toda aquella persona que sea capaz de sumar, de agregar y de aportar positivismo a un enfoque tan negativo, su ilusión por ilusionar a los demás, dependiendo de lo que vean, escuchen o lean; hago mención a bloggers y blogs que trabajan para todo ello, Noticias Positivas entre otros; y tantos y tantos seguidores y usuarios de Twitter, Linkedin, Facebook, etc. Y tantas y tantas personas, que, afrontan la dura realidad con una sonrisa, con una ilusión y con pasión en lo que hacen…

Y gracias a las personas que quieren mejorar cada día, que lo están pasando mal, y cada vez más confían en profesionales para encontrar una ayuda o un camino, para que por sí mismas sepan dirigir su propia felicidad. Son mis PERSONAS.

A todos ellos: GRACIAS!!

Porque también podemos ver la parte más amable de la realidad 

¡¡A mal tiempo…mejor cara!!

 

Sonríe…aunque tengas la cara llena de barro

No nos estamos volviendo locos, de veras, es que a la fuerza ahorcan, ¿no?, y aunque el título de este artículo distorsione del original, permitidme poder hacerlo, porque me vais a entender una vez que concluyáis de leerlo.

El refranero hispano que es el más rico de todos los idiomas existentes es muy sabio, podríamos enumerar más de cientos para ejemplificar lo que digo, nos quedamos con este hoy  “a mal tiempo… buena cara”

Atravesamos uno de los peores momentos que se recuerdan en la historia de España, a nivel económico y financiero, arrastrando cual cadena a todo lo que se le pone por delante, no se genera empleo, las empresas cierran, se despiden a los empleados, no llegamos a fin de mes, etc. Psicológicamente nos afecta, y mucho. Caminamos en un mar de dudas, incertidumbre y hastío. La cabeza agachada se dirige en tinieblas hacia caminos pesimistas y no hay manera que nada ni nadie nos saque del atolladero. Si encima, miramos la televisión, leemos la prensa, escuchamos la radio y no hay más noticia que la crisis y la crisis… pues no terminamos de creernos que se puede salir de ello, es más, nos convencen para que nos dediquemos a rezar por si cae algo del cielo.

Se dice, y es la verdad, que en los peores momentos, el ser humano saca lo máximo de si mismo, quizás se vea más en momentos extremos; y ¿éste no lo es? Pienso que si. Y aunque parezca contraproducente “gracias” a esta crisis vamos a empezar a conocernos más. Y no está mal empezar en algún momento… supongamos que es pura casualidad y que esta coyuntura económica nos hace “pensar”. Pues hagámoslo.

 Hagamos un ejercicio interno y personal, comprobando la oportunidad que se nos presenta:

–         En un grupo vamos a situar a las personas afligidas que no levantan cabeza, que esperan a que llegue el santo político y nos tienda la mano para ayudarnos, los que echan un currículum, siendo éste el primero y el último porque no entiende que no lo hayan llamado, los que siguen escuchando las noticias y recaen en su pesimismo….

–         En otro grupo situamos a las personas que alzan la cabeza, que comienzan a moverse, echan curriculums sin parar, conectan con muchas personas, escuchan las noticias y se quedan con lo mejor de ellas, las personas que reaccionan y no se quedan quietas…

Y ahora viene la pregunta del millón… ¿En qué grupo estás tú? Si estás en el primero, ¿te gustaría cambiar? Me supongo que tu respuesta será muy  afirmativa, sino es así es que no existes o no quieres existir.

 La única persona que te puede sacar de la crisis eres tú mismo, mira en tu interior, reacciona y no te quedes a la expectativa, que por cierto no es nada halagüeña, confía en ti mismo, no hay nadie mejor que te conozca, y saca lo mejor de ti para que la percepción de tus sentidos sea distinta a la que te quiere hacer ver el entorno en el que te mueves.

 A partir de ahí, las oscuridades llegarán a clarear, el túnel se irá abriendo y las tormentas se irán despejando, dando paso a un cielo azul con un sol resplandeciente; insito y reitero mi afirmación que desde nuestro propio interior y la con confianza plena en nuestro saber hacer, podemos conseguirlo. Y si a ello añadimos ilusión en lo que hacemos…. las curvas se tornarán un poco menos peligrosas.

Entonces, será muy conveniente que nos apliquemos el cuento cada uno de nosotros y reflexionemos sobre el refrán que nos ocupaba al comienzo de este artículo.

Por favor, no os separéis del movimiento positivo, no dejéis que las malas noticias os agobien el día y pensad que una sonrisa es más efectiva que dos lamentos.

 Ahora si… “A mal tiempo… mejor cara”

 

 

 

El trabajo en equipo y el contagio del «buen rollo»

 

Trabaja en equipo con el mejor clima

¿No os ha pasado que cuándo hay alguien cercano a ti y bosteza…tú terminas por hacerlo? Y ¿no ocurre que cuando estáis en el cine y alguien suelta una carcajada, hay quién la secunda aún más fuerte? Es lo que se llama efecto contagioso; no contaré por qué ocurre, pero lo que si sé, es que sucede.

En el estudio de las relaciones humanas, en cualquier trabajo de equipo, sin duda, el hecho de que los vínculos, entre los componentes del grupo, sean afectivos, dará un mejor resultado que si no es así.

Lo podemos observar, sobre todo en grupos deportivos y de trabajo. Esas relaciones cordiales es lo que se viene a llamar “hacer piña”. Por experiencia profesional, aseguro que los resultados son claros y bastante explicativos. Cada uno de los elementos que conforman el grupo, si a la vez que forman parte de un todo, están en la misma sintonía y excelente conexión personal; es más que probable que el resultado final, sea más exitoso que el de un grupo en el que la pro-actividad y los vínculos afectivos personales entre sus componentes sean más fríos o distantes.

A parte de la propia experiencia en grupos deportivos y laborales; fiel reflejo de lo que hablo es el rendimiento de nuestras Selecciones de Fútbol o de Baloncesto. Los logros que estos grupos  llevan consiguiendo en los últimos años gracias al esfuerzo, trabajo, solidaridad, lucha y sobre todo; talento, mucho, o muchísimo diría yo, tienen que ver las relaciones personales entre ellos. Para que el rendimiento de un colectivo sea unánime, es primordial que exista una buena relación entre los individuos que lo componen.

Un grupo sin unión, es menos grupo. Sin duda todos pensamos que cuando hubo problemas o fricciones entre jugadores de los principales equipos de fútbol de nuestro país, que a su vez eran y son el principal componente de la selección; no iba a ser nada beneficioso. Gracias al aporte personal de ellos mismos y al liderazgo del entrenador, todo se subsanó; y el remar en la misma dirección con emociones similares y afectos personales, es lo que ha hecho la consecución de los objetivos.

El éxito deportivo de un equipo es espejo del éxito empresarial formado por grupos, por colectivos, por asociaciones de personas; cuando se trabaja en equipo cada componente debe dar el máximo sabiendo qué lugar ocupa, y qué tareas debe desempeñar.

Los que me siguen en Twitter saben que soy asiduo y de vez en cuando aparezco por esta red social. Extrapolo todo lo dicho anteriormente a lo que me lleva sucediendo hace algunos días con vari@s amig@s de la red. Y también es fiel reflejo de lo que veo con otros grupos en dicha red. Es maravilloso el buen rollo que se impregna cuando alguien quiere que de verdad haya un movimiento positivo y afectivo. Este fin de semana hemos bailado, escuchado música, tomado algo, reído, contado chistes, compartido fotos, etc. Y pensaréis que es una tontería, pero para nada. Los buenos días, las buenas noches, los afectos, las frases, la múscia, suman; y mucho. Todo se contagia; y el buen rollo… más.

Lo único que falta es poder mirarnos a los ojos y tener una charla (aunque ya algunos lo consiguieron en una gran Tuitquedada en Madrid el pasado mes, y me consta que muchos más grupos lo están haciendo desde hace tiempo) que no es poco, es lo más importante, sin embargo, ese grupo en el que se destila buen rollo, será mucho mejor que el que está compuesto por personas sin afectos personales.

Las personas debemos arrimarnos a grandes árboles que den buena sombra; gracias a esa sombra podremos aprender, sonreír, escuchar…y trabajar en equipo.

“Ninguno de nosotros es más importante que el resto de nosotros”   Ray Kroc
 

 

 

El lado positivo del DADO

Busca el lado positivo…¡está!

En alguno de mis anteriores escritos hablaba sobre el lado positivo de las noticias, pero ahora me gustaría profundizar algo más y hacer ver porqué creo en ello poniendo como ejemplo el lanzamiento de un “dado”.                   

Pensamientos y augurios malos, noticias y perspectivas adversas; acontecimientos y pensamientos peores… todo es negativo; es lo que se estila, es lo que hay; si ponemos en una “balanza” de un informativo de media hora el “peso” y “significado” en nuestra mentalidad de las noticias positivas y negativas; veremos que el de las negativas supera al de las positivas… sobre todo porque éstas últimas afectan más a temas de deporte mayormente, y las negativas ocupan un espacio mayor, economía, sociedad, paro, etc. Por más que miremos hacia otros lados; observamos que la  realidad que nos pintan no se puede eludir.

Sin embargo, no tenemos porqué aceptarla; por muy cerca que la tengamos de nuestras narices. Creo que podemos salir airosos de tan malas noticias o acontecimientos, si nuestra actitud es la correcta o la conveniente para afrontarlos.

¿Qué hacemos para ello? Ejemplifiquemos el momento con una penosa noticia que está, por desgracia en nuestra vida, a la orden del día.

–         Acabamos de perder el trabajo

Seis posibles pensamientos que te vienen a la cabeza:

  1. Cómo hacer frente a la hipoteca
  2. Gastos del colegio de los niños
  3. Gastos mensuales de hogar
  4. Este verano no hay vacaciones
  5. La tristeza va a poder conmigo
  6. Es el momento de emprender

No quisiera que se entendiera como una frivolidad lo que estoy diciendo; ni tan siquiera pensar que perder el trabajo sea bueno para algo; solo quiero sacarle el punto positivo a lo que se nos viene a diario.

Cuando lanzamos un dado y pensamos en cualquier cifra del 1 al 6, creemos que es cuestión de azar que salga precisamente ese número; ¡mala suerte! No salió; vuelves a lanzarlo; ¡tampoco!; después de un montón de tiradas aparece el que tenías en la cabeza ¡buena noticia¡ ¿Suerte? ¿Cuestión de azar? Digamos que fuiste lo suficientemente constante y paciente para lanzar tantas veces el dado para que en algún momento la Diosa Fortuna te sonriera. Pero el lanzamiento lo realizaste TU, algo hiciste bien.

Volvamos a la mala noticia y a nuestros seis pensamientos. Pensemos que la noticia es el dado y cada pensamiento un lado; ahora lancemos el “dado”…en algún momento el pensamiento “emprender” terminará por salir; el más favorable de los que se nos pasó por la cabeza cuando nos dieron la noticia. ¿Qué significo con ello? Por más que nos vengan “mal dadas” intentemos buscar, pensar y aferrarnos al lado más positivo; bastante negativo es todo en si, como para desanimarse con los detalles que nos rodean.

Siempre hay un lado bueno en todo lo que nos rodea, siempre se puede encontrar; ahora bien, hay que buscarlo, con ahínco, con tesón, con esfuerzo; con ayuda o sin ella…pero está ahí; nunca te canses de lanzar el dado.

Y recuerda que la “suerte” al lanzar nuestro dado…hay que buscarla.

La mejor suerte de todas es la suerte de hacer algo por ti mismo. (MC Arthur)

 

 

 

Utiliza la compasión…con pasión!!

  1. Déjate ayudar y ayudarás a los que tienes cerca !!

Descubriendo y conociendo a las personas que están a tu lado de verdad; encontrarás el equilibrio entre tener compasión y tener pasión.

Y utilizando el juego de palabras que se me permite, hablaré de ambas e intentaré buscar lazos de unión entre ellas para comprenderlas, entenderlas y armonizarlas.

La compasión es la capacidad que tenemos los humanos para comprender y entender los dolores o penas emocionales de los demás; es decir, la empatía en su grado más álgido. Si bien a la hora de conocer a las personas, antes de enjuiciar sus valores, sus pensamientos, sus ideas debemos conocerlas; y digo esto porque en el caso que nos ocupa, y aunque parezca políticamente incorrecto lo que voy a decir, pienso que la lástima hay que tenerla con cautela y con el compromiso exigente de los acontecimientos que envuelven a las personas.

La pasión es un sentimiento o emoción intenso que determina la manera de hacer alguna cosa. Siempre la ligo con la emotividad, con los mejores pensamientos, con la felicidad, es dedicarse en cuerpo y alma a elaborar lo que pretendes. Es primordial disfrutar con lo que haces; y la pasión tiene su vital importancia en ese juego.

No hablaré de pérdidas de seres queridos, ni de pobreza, ni de temas obvios, aunque en próximos post serán tratados; por ahora, ni que decir tiene que es la fatalidad más grande que una persona puede sentir en la vida. Trataré de ver a la persona que necesita compasión de una manera distinta a la que pueda ser evidente.

Las personas bajo las decisiones que toman en la vida van encontrando varios caminos, el cúmulo de ellas dará como resultado el viaje que realizan en sus vidas. Aún en los peores momentos noto cierto alivio al hablar de ello, porque quizás, este movimiento positivo que vislumbro desde hace unos meses, es alentador; antes me resultaba extraño apreciarlo, incluso se podría pensar que los que pensábamos en positivo estábamos locos. Ahora; después de leer, de observar, de pensar… veo que es la senda idónea; incluso ya el marketing, la publicidad, las grandes marcas, etc. se mueven en estos parámetros y condicionantes.

Nunca estás solo, siempre hay alguien que te aconseja, que te habla, que te emociona con sus palabras; habitualmente, los más allegados, familiares y amigos íntimos, porque observan que no encuentras tu camino, tu ruta o tu trayecto para encontrar aquello que más anhelas. Sigues tropezando en la misma piedra una y otra vez, no quieres abrir los ojos, no quieres escuchar y aunque los demás te dicen y te hablan, piensas que están equivocados. Y claro, cuando te caes, siempre está la persona que está a tu lado, y te ayuda a levantarte una y otra vez, porque a ti te cuesta hacerlo, sin más porque no quieres o no te apetece; o como se dice en el mundo del Coaching, permaneces en la Zona de Confort.  Necesitas la “compasión” de los demás para tenerlos cerca y decir una y otra vez… No volverá a suceder; pero una y otra vez “sucede”. Esa compasión se puede volver contra ti, y la empatía de los que están a tu lado podría desaparecer.

Cuando tropiezas contra una pared, y alguien te dice que no vayas por ahí porque te darás de bruces…la primera, o la segunda, o incluso la tercera vez te ayudarán a levantarte, te tenderán su mano…pero cuando sucede la cuarta vez…

Las personas que nos rodean nos echarán una mano las veces que haga falta, para eso el ser humano se precia y se valora; pero por más pasillos, alfombras o empujones que te den, si tu no quieres utilizar esa ayuda para no darte más testarazos en la pared, seguirás haciéndote heridas y por ende abrirás grietas con los que te aprecian de verdad. Ellos le ponen pasión a ayudarte y desean que tú lo hagas con tu vida, no te estanques ni te cobijes en zonas peligrosas para tu bienestar. Te entenderás mejor con todo, incluso contigo mismo, y no dejes de sonreir, que ayuda.

Ya en algunos de mis anteriores artículos hablada de pasión; como componente esencial en nuestra vida; y como ocurre con los ingredientes que añadimos en un plato; éstos deben estar en su justa medida; no nos debemos quedar cortos, ni pasarnos… el sabor final dependerá de nuestro grado de equilibrio.

Busca tu grado pero sobre todo, búscate a ti mismo y no hagas oídos sordos a los sienten compasión por ti.